Vivimos en una sociedad en la que la situación espacio-temporal en la que nos encontramos es vital. Estamos localizados (y localizables) en cada momento. Mostramos nuestra ubicación actual, previa o en la que estaremos en un futuro a través de las redes sociales. Y nuestros movimientos están controlados vía satélite a través de nuestro teléfono móvil. Pero este terror a vernos condenados a estar controlados continuamente puede volverse a nuestro favor en ciertas actividades de ocio, como la geolocalización. Con sólo instalar una aplicación y seguir las indicaciones, podemos convertir cualquier territorio en una zona de juego.
Ya sea en campo o en ciudad, la tecnología nos permite utilizar localizaciones reales, como pueden ser direcciones concretas, espacios públicos, monumentos representativos… cualquier punto del mapa puede convertirse en un objetivo a alcanzar en esta nueva versión de un juego de pistas. Lejos quedaron los artilugios como los mapas y las brújulas, imprescindibles en las carreras de orientación y en los raids, que ya casi parecen más propios de otra época. Tan sólo es necesario un dispositivo móvil al alcance, hoy en día, de cualquier persona.
Y os preguntaréis, ¿cómo es posible que me resulte interesante un juego de pistas o de orientación? Ya sea para conocer una ciudad que visitamos por primera vez, para saber más sobre el lugar en el que vivimos o por simple ocio, este tipo de aplicaciones pueden resultarnos muy interesantes y productivas. Además, una vez que se dispone de la aplicación, se puede solicitar a la empresa que la gestiona que personalice una actividad para una ocasión o una finalidad en concreto.
Así pues, las empresas turísticas pueden utilizar dichos servicios para que sus clientes puedan conocer sus destinos de una manera más dinámica y atractiva, siguiendo los centros de interés marcados, indicando lugares para disfrutar de una buena tapa o descubriendo los recovecos más peculiares siguiendo una ruta recomendada.
Pero no es la única utilidad. En el ámbito del tiempo libre, puede servir para comprobar que los participantes han alcanzado una serie de objetivos marcados previamente al inicio del juego, conocer el itinerario que han seguido e incluso para plantearles retos que han de superar antes de continuar hasta el siguiente puesto.
En este tipo de juegos, es posible descargar rutas o juegos estándar para utilizarlos individualmente, en grupo, como guía o para competir con otros… Además, es posible realizar estas actividades se pueden llevar a cabo de manera autónoma, o pueden estar arbitradas por un monitor. Asimismo, en algunos casos es posible descargar la aplicación en un dispositivo móvil particular y en otros se puede utilizar un aparato preparado por la empresa a tal efecto. Con esta idea, se pueden ampliar indefinidamente las posibilidades de uso de las actividades de geolocalización a través de dispositivos móviles.
Desde Noname, os retamos a que probéis a utilizar alguna aplicación de este tipo para practicar la orientación deportiva, en vuestras próximas vacaciones o, ¿por qué no?, la próxima vez que quedéis para salir de cañas.